La charla se tuvo en las aulas que tiene el ayuntamiento para clases diversas. Tuve un portátil y yo me baje un pen con fotos. Seríamos unos treinta y la verdad es que la edad era muy diversa y eso hizo que los jóvenes se sorprendieran sobre de lo que estaba hablando. A los mayores les vino los recuerdos al ver cámaras de su juventud o su niñez, cámaras que las vieron en las manos de sus padres. La charla duró casi una hora y la verdad es que después me dijeron que les supo a poco. Tuvieron el detalle de darme un recuerdo de la charla, por mi parte les llevé una werlisa color con su funda que fue pasando de mano en mano para contemplar según ellos una antigüedad nunca vista.
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