Se compró en un mercadillo de Murcia. Enseguida me di cuenta que estaba pintada de cualquier manera.
Uno de los supuestos de que sea la máquina de algún fotógrafo de la región de Murcia, es que utilizó como bandeja de los líquidos de revelado, una hecha artesanalmente con una lata de especias de Espinardo.
Una vez ilusionado con darle vida a la cámara me puse en contacto con mi amiga Merçé Carrera que entiende un rato sobre restaurar muebles. Como era de esperar acepto el reto.
El resultado ha sido el siguiente.
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